Los peces de agua salada son los peces más bonitos y coloridos que podemos encontrar, pero son los más difíciles de mantener en un acuario. Nombraremos los más comunes para un acuario:
Habitan en el Océano Pacífico Occidental, en arrecifes de coral hasta profundidades no superiores a los 20 metros.
Su llamativo color naranja y las tres franjas blancas que dividen su cuerpo representan un camuflaje perfecto en el medio natural para pasar desapercibidos a los depredadores mimetizados entre los tentáculos de las anémonas donde habitan.
Los pequeños peces payaso a diferencia de lo que suele ocurrir en cautividad
viven en colonias en estado salvaje al ampara de una anémona hospedante.
Los peces mariposa es más viable de ser mantenido en cautividad. Teniendo presente las necesidades en cuanto a las condiciones de mantenimiento, alimentación y manipulado son animales que se adaptan bien al acuario. Morfológicamente destaca, además de por su intensa coloración amarilla, por tener un cuerpo muy delgado que le permite introducirse por grutas estrechas en busca de pequeñas presas que captura con su larga boca. Además, al igual que otros mariposa, presenta en la parte inferior del nacimiento de la aleta caudal una mancha que actúa de falso ojo confundiendo a los posibles depredadores.
Es el único payaso que no forma parte del genero amphiprion y por tanto cuenta con su propio y único genero Premnas conteniendo una única especie.
Es una especie muy atractiva de depredador que se mantiene en acuarios domésticos con cierta familiaridad. Su extraordinaria morfología y sus vivos colores hacen de esta especie que sea muy demandada. La especie ha de ser manejada con precaución al portar espinas venenosas en la aleta dorsal, compuesta por entre 11 y 15 espinas y la aleta anal. La picadura de estas espinas no es mortal pero si muy dolorosa.
Estos peces son algunos de los más demandados, pero hay muchos más. Si quieres conocer todos los posibles puedes entrar en esta página:
peces marinos en un acuario
